29 marzo 2024

Educación ecosocial para la ciudadanía global en #Ecosocial23

Hoy os hablamos de esa sensación que da el que un compañero de Teachers comience su charla diciendo que su objetivo es enamorarnos… ¡y lo consiga! Porque, efectivamente, nos enamoró su forma de trabajar, de sentir y vivir la educación desde esa premisa de conocimiento con compromiso…

Así ha sido cómo hemos vivido todos la intervención de Javier Ibánez (@masetroconganas) en las Jornadas #Ecosocial23 que se han celebrado los días 21 y 22 de abril de 2023 en Málaga. En esta sesión nos presenta su trabajo: Proyecto Potamoszidakos, Proyecto Consumoaconciencia  y Proyecto África mil historias.

Y así nos lo cuenta él en primera persona:

En las «Jornadas para una Cultura Ecosocial» de Málaga tuve la suerte de poder compartir experiencias (y amores) por la educación ecosocial. Y sí, digo amores porque esto va de eso: de enamorar de una forma de trabajar, de sentir, de transmitir, de vivir.

Y si esa era mi intención, no pudo ser mejor recibida por el gran grupo que participó en las Jornadas, por lo que la felicidad fue doble y mutua.

Recordamos brevemente lo que hablamos, sentimos y de lo que nos emocionamos en esas Jornadas.

Comenzamos con el concepto de «Educación ecosocial» —que compartimos con FUHEM dentro de esa red de la que también forma parte Teachers For Future Spain, Vínculo ecosocial— que abarca (y persigue) la justicia ecosocial, la democracia y la sostenibilidad. Concepto que unimos a nuestra premisa básica de trabajo: conocimiento con compromiso. Pues no podemos entender el trabajar unos contenidos (e incluso ser asimilados y obtener excelentes resultados académicos) si no hay un compromiso ante las injusticias sociales que se han visto en esos contenidos o ante el cambio climático y sus consecuencias.

También nos dio tiempo a hablar sobre «situaciones de aprendizaje» y hacer una reflexión en alto con una cita tan importante como profunda: «O educación o exámenes» dicha por Giner de los Ríos ¡en 1894!, sin olvidar ese gran objetivo que plantea TFFS de promover la implementación de la competencia medioambiental en un currículo ecosocial frente a la emergencia climática.

Naturalizar el currículo

Y tras la introducción, pasamos a presentar tres ejemplos concretos y reales de esta manera de trabajar, desarrollados durante los últimos tres cursos escolares.

Pótamos Zidakos

A raíz de las mayores inundaciones de la ciudad en 80 años, guardamos en un cajón el proyecto previsto sobre Egipto y nos centramos en la mayor experiencia vivida por el alumnado en sus cortos 9 años. Lo que fue un comienzo «comedido» (con las visitas en clase de 30 personas entre alcalde, policías, bomberos, personas afectadas, voluntarios, medios de comunicación, delegado de AEMET…)  para conocer qué había pasado, qué daños se habían sufrido y cómo se podía evitar en el futuro, transformó al grupo en «la clase que va a cambiar el mundo» al descubrir que el cambio climático estaba detrás de lo ocurrido.

A partir de ahí, descubrir a Greta y asumir su discurso, contactar con la Ministra de Transición Ecológica o con la Presidenta de la Comisión Europea y, también y muy importante, comprometerse ante la emergencia climática: #ResiduosCero (Recreos, Compras, Carnavales), envío de cartas, Semana por el clima, participación en la COP25… y APS con Murcia.

Recogida solidaria de 400 libros para la Biblioteca Pública de Los Alcázares

Consumo a conciencia

Proyecto que busca promover hábitos y alimentación saludable con una perspectiva ecosocial del consumo.

Con la actuación «Los km de la comida» el alumnado elabora una tabla con el país de origen de los alimentos que vea en casa o en la tienda y busca la distancia que hay hasta España. Un día en concreto, suma los kilómetros de la comida que han tomado en casa y lo comparte con el resto de la clase. Por último, en un mapamundi unimos con cuerdas todos los países desde los que se han traído los alimentos que hemos apuntado.

Con esta sencilla, pero potente, actividad el debate se enriquece con aportaciones como:

  • En el tique de la compra no solo debería aparecer el precio del producto en euros sino también lo que pagamos en huella de carbono y contaminación.
  • No pueden entender que se traigan naranjas y limones de Sudáfrica, peras de Chile, uva de Brasil, manzanas de Nueva Zelanda… o que las legumbres que consumimos sean de Argentina (alubias) o de Estados Unidos (garbanzos).
  • Se extrañan de que el precio de esos productos sea parecido, o incluso inferior, a los productos locales, por lo que se preguntan qué pueden ganar los agricultores y agricultoras del país de origen y en qué condiciones tendrán que trabajar.

Terminan con la reflexión de que no pasa nada si no compramos productos exóticos y que, seguramente, si hay menos demanda el precio en origen se abaratará para que puedan comprarlos sus habitantes y no tendrán que deforestar selvas o bosque protegidos para hacer cultivos extensivos.

En unión con el proyecto de África, la actuación de #CacaoEsclavitud también supuso un amplio trabajo de campo (lectura comentada de artículos sobre las consecuencias de la producción del cacao, visionado del documental «La cara oscura del chocolate» y cartearnos con su director afincado en París) y un importante compromiso activo: envío de cartas a 13 empresas chocolateras en las que el alumnado plantea que si su cacao no es de producción responsable no pueden consumirlo pues no quieren ser cómplices de que esclavicen a niños como ellos o deforesten bosques protegidos.

África. Mil historias

Proyecto que busca que el alumnado conozca el potencial y lo más relevante del continente y sus gentes, huyendo de la historia única y los estereotipos, con una visión positiva y optimista, a través de personas africanas y afrodescendientes referentes en todos los ámbitos de la vida y que, por supuesto, la clase tome partido activo en la defensa de los derechos humanos, con especial seguimiento de los ODS y el cambio climático.

La parte más comprometida de este macroproyecto fueron las actuaciones sobre #MóvilesDeSangre, Matrimonio infantil, Mutilación Genital Femenina o la ya comentada #CacaoEsclavitud (que tenéis desarrolladas en la web del proyecto) y los contactos establecidos con personas referentes africanas o afrodescendientes y todo tipo de organizaciones (desde el Ayuntamiento a la ONU pasando por la Ministra, la Comisión Europea, la OMC o la OMS).

Son actuaciones en las que se aprenden contenidos, pero también se comprometen con las injusticias denunciadas y toman parte ante los problemas de sostenibilidad detectados.

Y, por supuesto, esta es una forma de trabajar que hizo crecer a la clase como parte de esa ciudadanía global que queremos formar y conformar: un pequeño grupo de niños y niñas de 11 años que, desde un pequeño pueblo de una pequeña Comunidad, envió 71 cartas y recibió 51 respuestas de 24 países del mundo.

Auténticamente, una educación ecosocial para la ciudadanía global.

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