Miriam Campos Leirós
Coordinadora Estatal de Teachers For Future Spain
(Imagen de cabecera: Diseñado por Freepik)
La LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación) contempla las 8 competencias clave en un plano de horizontalidad, esto es, no hay jerarquía entre ellas, lo cual supone que la Competencia Ciudadana está al mismo nivel que las otras, ello implica que al terminar la educación secundaria obligatoria todo el alumnado debería cumplir, por ejemplo, con el siguiente descriptor:
CC3. Comprende y analiza problemas éticos fundamentales y de actualidad, considerando críticamente los valores propios y ajenos, y desarrollando juicios propios para afrontar la controversia moral con actitud dialogante, argumentativa, respetuosa y opuesta a cualquier tipo de discriminación o violencia.
En Teachers For Future Spain nos preguntamos:
- ¿Puede una persona de 16 años comprender y analizar problemas éticos fundamentales y de actualidad ante la avalancha de bulos y desinformación?
- ¿Puede desarrollar juicios propios para afrontar la controversia moral ante la mediatización de la información que se recibe por redes sociales y diferentes medios informativos?
- ¿Se fomenta una actitud dialogante, argumentativa, respetuosa y opuesta a cualquier tipo de discriminación o violencia o por el contrario el despotismo, el insulto y la controversia aunque sea mal argumentada?
- ¿Conoce nuestro alumnado la diferencia entre una persona profesional del periodismo riguroso y un «creador de contenido»?
- ¿Conocen lo que supone vivir en democracia o qué implica la pérdida de derechos?
Intuimos las respuestas y en nuestra labor como docentes consideramos que no solo está el transmitir conocimientos. Si fuera así, ya habríamos sido sustituidos por la tecnología. Como docentes debemos hacerles partícipes de problemas sociales que les afectan de forma inmediata, a corto y largo plazo. El cambio climático, la desinformación, la salud o los derechos humanos son algunos de ellos. Pero poder participar en las decisiones que nos conciernen solo es posible en democracia: mejorar los entornos en los que nos desenvolvemos y convivimos es cuestión de todas las personas que cohabitamos y para ejercer derechos debe haber un conocimiento mínimo y ser conscientes de que hay demasiados intereses en la manipulación del pensamiento.
Es necesario formar al alumnado en pensamiento crítico para que al menos puedan permitirse dudar ante un enunciado, una fake news o ser competente a la hora de discernir en una opinión. En un tiempo en el que el presidente de una primera potencia duda del valor de la educación, niega el cambio climático, incita al individualismo y vemos cómo esta corriente se extiende a Europa, queremos reponer una serie de materiales que creemos que pueden aportar nuestro grano de arena a preservar derechos, la Agenda 2030 promovida por Naciones Unidas, la democracia como sistema político, el buen trato y el bien común.
«La competencia ciudadana contribuye a que alumnos y alumnas puedan ejercer una ciudadanía responsable y participar plenamente en la vida social y cívica, basándose en la comprensión de los conceptos y las estructuras sociales, económicas, jurídicas y políticas, así como en el conocimiento de los acontecimientos mundiales y el compromiso activo con la sostenibilidad y el logro de una ciudadanía mundial. Incluye la alfabetización cívica, la adopción consciente de los valores propios de una cultura democrática fundada en el respeto a los derechos humanos, la reflexión crítica acerca de los grandes problemas éticos de nuestro tiempo y el desarrollo de un estilo de vida sostenible acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en la Agenda 2030.”